En la búsqueda de empleo, si tras muchos meses de búsqueda los esfuerzos no tienen su recompensa, seguramente ha llegado el momento de cambiar algo.
Querido candidato:
Me indicas que, lamentablemente, llevas muchos meses buscando trabajo sin resultado satisfactorio. Tras muchos CV enviados, algunas llamadas, unas pocas entrevistas y un par de procesos de selección avanzados donde aparentemente llegaste como finalista, el resultado ha sido negativo. Entiendo tu preocupación y te agradezco que te hayas puesto en contacto conmigo.
La búsqueda de un trabajo puede ser una carrera de obstáculos extenuante, con altibajos y muchos disgustos, como estás experimentando. Dicen que ahora hay más oportunidades laborales, pero esto solamente consuela a aquellos que efectivamente han encontrado la suya.
Mientras prosigue tu búsqueda, permíteme darte tres pequeños consejos, que tienen que ver con la estrategia de búsqueda y que espero que te sean útiles.
1. Ten un plan B, y hasta un plan C, preparados y ubicados en el tiempo
Para explicarte el concepto del momento en que una persona debe replantear su estrategia, déjame que te haga el paralelismo con una dieta. Hay quien está continuamente a dieta y no consigue adelgazar, evita tomar ciertos alimentos, pero nunca consigue bajar de peso. Para que el cuerpo empiece a actuar de un modo distinto, hay que modificar la alimentación, hacer cambiar de chip al cuerpo para que empiece a quemar grasa. Si siempre hacemos lo mismo, el cuerpo no reacciona.
En la búsqueda de empleo, si tras muchos meses de búsqueda los esfuerzos no tienen su recompensa, seguramente ha llegado el momento de cambiar algo. Es por ello que te aconsejo que te marques unos meses, los que tú consideres apropiados, durante los cuales estarás buscando, haciendo lo mismo en una única dirección.
Mientras tanto, márcate un horizonte temporal, para que cuando llegue ese día, si lo anterior no ha dado resultado, puedas iniciar un plan B. Quizás consistirá en dar un giro a tu búsqueda, probando nuevas fuentes que no habías contemplado, o bien ampliar nuevos horizontes con puestos distintos a los que nunca antes habías aplicado o incluso pasará por cambiar de ciudad o explorar un nuevo sector.
Sea como sea, si sigues haciendo lo mismo y no da resultado, el horizonte de tener un plan B o incluso un C, aunque no sean tus preferencias, te orientará para tener un objetivo y no caer en el más puro desánimo.
2. Celebra hitos
En toda búsqueda de un empleo hay momentos de fracaso, pero también pequeñas conquistas. Esa llamada que por fin recibiste, aunque no resultó del todo bien, ese CV que ahora ya tiene mejor pinta y has podido mejorar, esa primera entrevista, tras muchos meses de silencio, etc. No te quedes con lo que no salió, sino que saca lo mejor de cada pequeño paso que has dado, aunque el resultado no haya sido del todo satisfactorio. Muchas veces te ayudará mentalmente anotar dichos hitos en una libreta, a modo de camino, para ver que estás avanzando y aprender de cada situación.
3. Cuenta con otras personas
Mucho se habla del mercado de trabajo “oculto”, aquellos puestos de trabajo que se cubren a través de contactos: alguien le cuenta a otro que un tercero busca trabajo y ese se lo dice al vecino, y el vecino al portero, y el portero a no sé quién. No subestimes el poder de estas fuentes para encontrar trabajo. ¿Y cómo enterarte de esas oportunidades? Hay que estar ahí y para ello, de nuevo, cabe trazar una estrategia, pero sin dejar de lado la consulta a las ofertas publicadas, al mismo tiempo.
Te sugiero que en una hoja de papel hagas columnas divididas por grupos de conocidos, por ejemplo: compañeros de la escuela, compañeros de la universidad, familiares, amigos, vecinos, compañeros de deporte, clientes, proveedores, excompañeros de trabajo, etc. En definitiva, traza tu círculo de conocidos lo más amplio que puedas, incluyendo también aquellos con los que hace tiempo que has perdido el contacto. Una vez los tienes a todos ubicados, empieza primero a retomar contacto con aquellos que pienses que están más cerca de ti y te pueden ayudar de algún modo.
Si no surge el resultado esperado, en segundo lugar, busca algunos más alejados, pero que consideres que por su actividad profesional podrían ser una buena fuente. En tercer lugar, busca a los que de entrada habías descartado contactar. Entérate de dónde trabajan e intenta retomar el contacto, no tengas reparo en contarles que estás buscando una nueva oportunidad profesional. Quizás aquellos, con los que ni por asomo habrías contactado de entrada sean la solución y te puedan transmitir alguna información valiosa o incluso recomendarte.
Tal y como he mencionado en el primer punto de este artículo, márcate tu tiempo para contactar con cada colectivo. Serás tú quien decida cuándo entrar en contacto con los del grupo 1, para luego pasar al 2 o finalmente optar por el grupo 3. Tu búsqueda tendrá un enfoque, lo cual te ayudará a dirigir tus esfuerzos con un horizonte temporal y una estructura, disminuyendo a la vez la sensación de desorientación, que es muy fácil percibir cuando se busca trabajo durante un periodo largo y sin éxito.
Espero que poner en práctica estos tres consejos te sea de utilidad.
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