Revisar tu CV, fijarte en casos de éxito de tu entorno y, sobre todo, mantener la tenacidad son aspectos que pueden ayudarte en tu búsqueda de empleo
Querido candidato:
"Este año no ha habido suerte", copio literalmente las palabras de tu mail de ayer y lamento profundamente que, pese a haber llegado a la final de tres procesos de selección, no hayas sido el elegido. Si bien es cierto que es un jarro de agua fría, multiplicado por tres, no lo es menos que hace unos seis o siete meses me decías que ni siquiera te llamaban. Yo valoro esta evolución en clave positiva.
Me cuesta muchísimo dar malas noticias a los candidatos. Lamentablemente en un proceso de selección solo puede quedar uno y el que queda fuera rozando la gloria recibe una noticia profundamente desilusionante (si es que la recibe, pues es verdad que muchos candidatos me comentáis que la ausencia de noticias acaba siendo desesperante). En estos momentos en que parece que el mercado de trabajo empieza a remontar, acabando el año, me gustaría animarte a reflexionar sobre algunos aspectos que considero que podrían ayudarte para proseguir con tu búsqueda de empleo en 2016:
1. Un proceso de selección nunca es una pérdida de tiempo. Es un entreno, un aprendizaje para nuevos procesos, una experiencia de la que seguro podrás aprender algo nuevo.
2. Llegar a la final de un proceso de selección, aunque no te lo parezca, ya es un éxito. Con la cantidad de candidatos que pueden haber competido por dicho proceso, llegar a la final es algo muy difícil y significativo, de lo que te deberías sentir muy orgulloso.
3. Aprovecha el cierre de cualquier proceso de selección en que no hayas sido el elegido para mantener tu candidatura viva ante el seleccionador. Merece mucho la pena estar en su base de datos. Mi experiencia me dice que a menudo se cierran nuevos procesos de selección con los segundos y terceros finalistas a un puesto de trabajo. El seleccionador que ya te conoce, antes que buscar a un nuevo candidato, recuperará aquellos de los que tuvo una buena impresión para evaluar su grado de adecuación al nuevo puesto de trabajo e incluirlos en otros procesos.
4. Fíjate en casos de éxito de tu entorno, personas que han conseguido trabajo este último año tras estar tiempo buscando: ¿cómo lo han conseguido?, ¿cómo se han presentado?, ¿cómo se han preparado? Aunque cada persona es un mundo, no dejes de lado la posibilidad de aprender de la experiencia de otros. A veces nos pueden abrir los ojos y hacernos reflexionar sobre si el camino que hemos estado tomando es el adecuado. La ilusión y la motivación son exclusivamente tuyas, nadie te las puede robar.
5. Realiza un ejercicio de autoanálisis sobre los CV que has enviado, los contactos que has empleado y las entrevistas realizadas: ¿en qué podrías mejorar?, ¿en qué has focalizado tus esfuerzos? No se trata de echarse las culpas, sino de aprender y redirigir la estrategia, si es necesario.
6. No dejes de leer libros ni artículos sobre la búsqueda de empleo. Información es poder: cuanto más sepas, mejor preparado estarás para afrontar futuros procesos de selección.
7. Si tienes cierta confianza con tus seleccionadores, retoma el contacto con ellos y pregúntales abiertamente en qué podrías mejorar. A veces la respuesta no es fácil, y ciertamente puede ser comprometida para ese profesional, pero es posible que te dé algunas indicaciones muy útiles sobre cosas que pensabas que estabas haciendo bien y quizás son mejorables.
8. Llegado 2016, te diría sobre todo que no dejes de intentarlo, traza tu nueva estrategia. Quizás enfocaste la búsqueda en una determinada tipología de puesto basada en tu experiencia previa, cuando en realidad tus habilidades y competencias podrían ser bien válidas para otro tipo de trabajos. Puedes seguir buscando por la misma vía inicial de estos últimos meses, pero si ello no te conduce a nada, ponte fechas límite para agrandar tu radio de búsqueda hacia otras vías.
9. Mi consejo final se resume en tres palabras: flexibilidad, ilusión y tenacidad. No olvides nunca que ningún seleccionador contrata a alguien que muestre falta de ilusión por un puesto de trabajo. No se arriesgaría. Juega al máximo tu baza, pues la ilusión y la motivación son exclusivamente tuyas, nadie te las puede robar.
Por último, no quería dejar pasar la ocasión para desearte, primero de todo, una muy feliz Navidad con tus seres queridos y muchísima suerte para el Nuevo Año, con el deseo de que se cumplan todos tus objetivos, tanto personales como profesionales.
Seguiremos en contacto en 2016.