“No es fácil vencer la subjetividad de la primera impresión. Es muy complicado en una entrevista de 15 minutos, necesitas por lo menos una hora, porque la persona que se presenta suele llegar nerviosa, la ves estresada... O, al revés, alguien puede deslumbrarte de entrada, pero al cabo de media hora puede decir tonterías”.
La Vanguadia, 22 de Noviembre de 2015
Silvia Forés, directora de recursos humanos (RRHH) de Baker & McKenzie en Barcelona, reivindica tiempo para el proceso de selección y, consecuentemente, anatemiza las entrevistas express, “no sirven para nada”,dice.
Su colega Áurea Benito, directora de RRHH de Isdin, va en la misma dirección. “Debes superar prejuicios y la prisa es mala. A veces intuyes que algo no va bien en la entrevista pero ves que no tienes tiempo para averiguar que es... Necesitas más minutos. ¿Interferencias? Sí, pero la mayoría de veces las tienes dentro de ti. La ética es la brújula que te ayuda en las decisiones”.
A Jordi Pla, socio director de la consultoría de RRHH, Play Asociados, le preocupa sobre todo “la precarización en la relación empresa trabajador. No hay tiempo para entrevistar a la gente. La gente no tiene tiempo para entrevistarse, los procesos se han concentrado mucho, prima la urgencia... Al seleccionar, cada vez se va dejando más de lado la relación personal y se buscan instrumentos en las redes sociales. El resultado es un mercado que no da salida a gente con mucho talento profesional, con situación laboral complicada, ya la que se le ofrecen proyectos de baja calidad. Nuestra sociedad ha de encontrar un equilibrio”.
Son opiniones de peso desde unos puestos de trabajo de enorme responsabilidad....
Realizado por Jordi Goula, La Vanguardia