TELEVIAJAR POR NEGOCIOS

Sería por abril del año pasado cuando escuché la conversación de una conocida en una reunión por videoconferencia. En ella comentaba las grandes ventajas que las reuniones online le habían aportado. Específicamente, ponía de manifiesto el ahorro de tiempo, evitando unos cuantos madrugones y colas en estaciones y aeropuertos para conseguir el mismo resultado en mucho menos tiempo.

Hace pocas semanas coincidí de nuevo con ella en un webinar y no parecía tan contenta. Se lamentaba de no tener tiempo para nada, siempre pegada a la silla, saltando de reunión virtual en reunión virtual, una maratón que se desarrollaba en un círculo vicioso: las paredes del despacho de su propia casa, donde difícilmente se podía escapar más que para tender una lavadora, algo que ciertos días era hasta una proeza, pues ni siquiera el tiempo entre reunión y reunión a veces le daba para eso.

Las empresas han visto con la pandemia una oportunidad para replantear sus viajes y sus desplazamientos. Aunque las reuniones virtuales nunca tendrán el mismo efecto que las presenciales, está demostrado que funcionan y hasta nos han ayudado a ser más puntuales.

Con los tiempos del covid-19 como prueba de fuego, hay empresas que han visto la oportunidad de ahorrar en tiempo y dinero, y seriamente se plantean minimizar los viajes de negocios, más allá de puramente por motivos de seguridad, considerándolo como una posible tendencia de futuro. Ahorro en dietas, en viajes, en hoteles… un paraíso de oportunidades para los más férreos directores financieros.

Sin embargo, a no todo el mundo le convence la idea de "televiajar", como lo llamo yo, es decir, viajar profesionalmente sentado desde tu propia casa a una reunión de trabajo con personas situadas en otras ciudades y países.

Las empresas han visto con la pandemia una oportunidad para replantear sus viajes y sus desplazamientos

Precisamente, uno de los grandes atractivos de la llamada EVP (Employee Value Proposition), diseñada para mostrar las bondades y la oferta de valor de una empresa hacia sus posibles candidatos, son las oportunidades de viajar por trabajo. Desplazarse y viajar gusta y mucho, especialmente entre la gente joven. El summum es poder ofrecerles la oportunidad de desarrollar una carrera profesional en otros países, pero si ello no es posible, el simple hecho de poder desplazarse a otras regiones de España o de Europa por motivos laborales ya es para muchos un gran atractivo, aunque sea por pocos días.

¿Acabará tanto teletrabajo matando la ilusión de estos jóvenes viajeros profesionales por fichar por ciertas empresas que antes vendían su internacionalidad como un valor añadido? Yo creo que a veces lo queremos todo.

Trabajar desde casa cuando nos viene bien es muy bonito, pero cuando viene impuesto e implica siempre hacer lo mismo, la magia de lo desconocido, como le pasó a la conocida que os comentaba al inicio, se acaba esfumando al convertirse en una mera rutina.

Opino que cuando pase esta pandemia habrá que replantearse muchas cosas, porque es muy fácil decir que nada volverá a ser igual. En tema de viajes, nada volverá a ser igual si no queremos, porque las empresas podrán elegir qué dirección querrán tomar. Yo lo tendría muy claro, porque lo llevo en las venas, viajar siempre que se pueda, porque televiajar nunca será lo mismo.

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